Realizamos las dos últimas jornadas en Sevilla con Nimo Gordillo Concesionarios .
Trabajamos la importancia de evitar poner ETIQUETAS a las personas, generalmente basadas en la desinformación, de este modo agrupamos personas de una forma negativa e inflexible.
Etiquetar tiene un peligro cuando confundimos juicios con hechos. Debemos entender que estas etiquetas son simplemente prejuicios, y como tales, no son ciertos o falsos, si no están fundamentados. Nuestro principal objetivo se centrará en conocer la diferencia entre hechos y simples opiniones. A veces nuestras ideas previas sobre algunas personas orientan nuestro relación con ellas, contribuyendo a potenciar una conducta dirigida y casi predeterminada, confirmando nuestra erróneo y temparno diagnóstico. De este modo convertimos nuestros erróneos prejuicios en “verdades incuestionables”.
Estudios de conducta como el realizado por los profesores Rosenthal y Jacobson demostarón que nuestros prejuicios definen nuestra relación personal con los individuos evaluados, predeterminado el futuro comportamiento de este individuo.
Crear ideas y conceptos previos es inevitable, ¿por qué no hacerlos positivos?, aprovechemos el poder del conocido “efecto Pigmalión”. Pensad por instánte ¿Qué pasaría si tuviéramos expectativas positivas sobre nuestros hijos, sobre nuestros vecinos, sobre nuestros colaboradores? ¿Qué haríamos diferente? ¿Cómo creéis que esa manera diferente de actuar podría impactar sobre ellos? ¿Qué pasaría si confiáis más en álguien de lo que es capaz de confiar él en sí mismo?
En nuestro tránsito diario en la sociedad pasamos por diferentes roles de forma simultánea en nuestra vida: madres/padres, profesores/ alumnos, responsables de equipos,… en algunas ocasiones evaluamos y en otras somos evaluados. Y queda desmostrado que todas estas valoraciones previas tienen un menor o mayor impacto sobre las personas, incluso determinando nuestra futura relación con ellas. Nuestros juicios no son siempre verdades incuestionables, y debemos aceptarlo, por ello os invito a reforzar de un modo positivo nuestras ideas previas sobre nuestros compañeros y así poder disfrutar de mejores relacciones en la mayoría de las ocasiones.
En nuestro últimas jornadas con los grupos de trabajo Nimo Gordillo demostramos que el peso de los valores que unen, crean equipos más estables que los que se configuran basándose en calificativos o etiquetas previamente injustificadas. Dejemos que nuestros juicios sobre futuros amigos y/o compañeros se oxigenen como hacemos con un buen caldo, no podemos bebernos el vino antes de abrir la botella.
Gracias al equipo Nimo Gordillo Concesionarios.